LA PREVENCIÓN COMO OPORTUNIDAD DE VIDA

Les voy a transcribir un pequeño párrafo de un discurso del 2010 de la Dra. Margaret Chan -Directora General de la Organización Mundial de la Salud en aquella época-: “En gran parte del mundo en desarrollo, los sistemas de salud están enfocados hacia el tratamiento de episodios de enfermedades infecciosas a los que el paciente sobrevive o muere.”

“La prevención es sin duda la mejor opción. Necesitamos centrarnos en medidas que abarquen a la totalidad de la población y faciliten la adopción de modos de vida saludables.”

En resumen, esperamos una sinergia de todos pues la mejor forma de atacar las enfermedades, es previniéndolas. Todos tenemos un compromiso.

 POLÍTICAS GUBERNAMENTALES SANITARIAS

La promoción de la salud requiere que los formuladores de políticas de todos los sectores consideren la salud un aspecto central de su política: esto significa que deben tener en cuenta las repercusiones sanitarias en todas sus decisiones, y dar prioridad a las políticas que eviten que la gente enferme o se lesione.

 Estas políticas deben ser respaldadas por regulaciones que combinen los incentivos del sector privado con los objetivos de la salud pública, por ejemplo armonizando las políticas fiscales que gravan los productos nocivos o insalubres como alcohol, tabaco o alimentos ricos en sal, azúcares o grasas con medidas que estimulen la producción de alimentos o productos saludables.

Asimismo, promulgar leyes que respalden la urbanización saludable mediante la facilitación y seguridad para los desplazamientos a pie, lugares de recreación, la reducción de la contaminación del aire y del agua; la contaminación acústica, en fin. Se necesitan regulaciones, pero también ciudadanos que respeten las mismas.

PERSONAS RESPONSABLES

Las personas tenemos la obligación de velar por nuestra salud desde la alimentación, hasta los hábitos de higiene y deporte; programas de vacunación anuales, visitas rutinarias al médico. Comidas en exceso; tabaco, alcohol; una vida sedentaria, el estrés y falta de hábitos de higiene personal y en manipular alimentos son ejemplos reales de una persona común.

 

RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL

Las empresas también están obligadas a procurar programas preventivos de salud; monitoreo constante (especialmente en fábricas) y planes médicos que procuren bienestar a su equipo de trabajo no sólo en lo físico, sino también en lo emocional, pues somos personas integrales, quienes llevaremos nuestras preocupaciones y alegrías, con nosotros a donde estemos. Los programas de salud psicológica son prácticas ya instituidas en empresas globales especialmente ahora que el estrés ha sido el cáncer del nuevo milenio.

 

CIUDADES SALUDABLES

Las ciudades tienen un papel principal en la promoción de la buena salud. El liderazgo y el compromiso en el ámbito municipal son esenciales para una planificación urbana saludable y para poner en práctica medidas preventivas en las comunidades y en los centros de atención primaria: desde acceso a agua potable, lugares de esparcimiento, manejo correcto de los desechos, programas de manejo de animales callejeros.

 En fin, todos somos actores de nuestra salud. Tomemos ahora los correctivos y realicemos un plan preventivo de salud: cambiemos la alimentación a una nutritiva; incorporemos rutinas de ejercicios; cumplamos con nuestro plan de vacunación anual de acuerdo a nuestra edad; y tengamos un hobby que nos permita relajarnos.

Hoy les pido #quedateencasa