Dr. Antonio Matamoros

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¿REALMENTE SABE PARA QUÉ SIRVE LA NARIZ?

La nariz constituye la puerta de entrada del aire al tracto respiratorio superior. Es decir, es el órgano que nos permite respirar.

  1. Filtra este aire con el fin de eliminar el polvo, los gérmenes y cualquier partícula irritante.

  2. Posteriormente, lo calienta y humedece para evitar que los pulmones y los tubos que conducen a ellos se resequen.

  3. La nariz es también el órgano del olfato. Puede percibir hasta diez mil olores diferentes, gracias a que las células nerviosas que contiene están recubiertas por unos pelitos microscópicos llamados cilios. Cuando las moléculas del olor que transporta el aire entran por la nariz, estimulan a los cilios, que empiezan a producir señales nerviosas. Posteriormente, el nervio olfativo transmite estas señales al bulbo olfativo, que se encuentra en la parte superior de la cavidad nasal, debajo de la parte frontal del cerebro. Este último se encarga de interpretar las señales nerviosas e identificar el olor correspondiente.

Por último, la nariz contribuye también a potenciar el sentido del gusto.

¿Qué problemas afectan a la nariz?

Todos conocemos los problemas más frecuentes de la cavidad nasal, como son las alergias, resfriados, infecciones u otras afecciones que pueden hacer que la nariz funcione de manera menos eficiente y no cumpla con sus funciones.

Cuando esto ocurre, todo el cuerpo se resiente, porque aparecen las dificultades para respirar, se descansa peor y el bienestar del organismo se ve afectado.

Pero existen otras enfermedades que amenazan la salud nasal, entre las que destacan:

• Pólipos nasales. Se trata de masas de tejido inflamado similares a sacos que se forman en el revestimiento de la nariz o los senos paranasales. Si son grandes, pueden bloquear estos últimos o la vía aérea nasal y producir congestión nasal, estornudos, dolores de cabeza y, en ocasiones, pérdida del sentido del olfato y/o del gusto. Parecen crecer debido a la inflamación e irritación prolongadas en la nariz causadas por alergias, asma o infecciones no tratadas adecuadamente. Algunos medicamentos pueden aliviar los síntomas, pero los pólipos grandes solamente se pueden eliminar mediante cirugía.

• Tabique nasal desviado. Es uno de los problemas de la nariz más frecuentes es el desvío de la pared que divide la cavidad nasal en dos mitades. Aunque puede estar presente desde el nacimiento, normalmente se produce como consecuencia de un golpe o traumatismo nasal o por el sobre crecimiento del cartílago. El síntoma principal es la obstrucción nasal en el lado donde se encuentra la desviación, aunque también pueden darse sangrados de nariz, dolor de cabeza u obstrucción nasal en el lado contrario a la desviación.  El tratamiento consiste en una cirugía llamada septoplastia, aunque solo se recomienda en caso de síntomas obstructivos.

• Fracturas y traumatismos nasales. La nariz es la parte más prominente de la cara, por lo que no es de extrañar que las fracturas nasales sean las más frecuentes del esqueleto facial. Estos traumatismos nasales suelen estar causados por accidentes de tráfico y deportivos, agresiones o golpes accidentales.

• Sinusitis. Los senos paranasales son cavidades llenas de aire, que se encuentran dentro de la cara y el cráneo y se comunican con la nariz. Estas cavidades sirven para calentar el aire que respiramos. Cuando se produce la inflamación de la mucosa que recubre estas cavidades es lo que denominamos sinusitis.

Las causas de la sinusitis son muy diversas:


  • Causas anatómicas: provocada por o un tabique desviado o cornetes agrandados en la nariz.
 o Motivadas por el estilo de vida: incluyen el embarazo, el trabajo con niños y fumar.
 o Causas inflamatorias e infecciosas: relacionadas con infecciones bacterianas, virales y fúngicas, así como alergias y pólipos.


  • Trastornos del desarrollo: como la fibrosis quística. Normalmente, la sinusitis se manifiesta con presión y dolor facial, moco abundante, obstrucción nasal, tos y debilidad en el sentido del olfato; aunque también pueden aparecer fiebre, dolor en los dientes o la boca y dificultad para respirar. Cuando los síntomas duran menos de tres semanas, se habla de sinusitis aguda, si se alargan entre tres semanas y tres meses, subaguda, y si la enfermedad persiste más de tres semanas se considera una sinusitis crónica.

  • Hiposmia y anosmia. Son dos trastornos relacionados con el sentido del olfato. Hiposmia es cuando se reduce la capacidad de detectar olor, y anosmia es cuando este sentido desaparece totalmente y la persona no puede detectar ningún olor. Las causas que desencadenan estos problemas son los traumatismos craneoencefálicos (golpes en la cabeza) o un proceso banal como pueden ser cualquier infección de las vías respiratorias.

Además, la rinitis, la congestión nasal y las hemorragias nasales son problemas relacionados con la nariz que se dan frecuentemente entre la población. 

Como vemos, la nariz no sólo es un órgano meramente estético que nos permite respirar, sino que logra el balance perfecto para tener una calidad de vida adecuada: capacidad para respirar y hacer ejercicios, para oler, saborear, percibir tantos aromas y sabores que nos rodean; para sentirnos vitales.

En nuestro Instituto de Otorrinolaringología contamos con el equipo humano y la infraestructura para realizar los exámenes y seguir el tratamiento adecuado que le dé una nueva oportunidad de vida. Consúltenos.