Alrededor de dos a tres niños de cada 1,000 que nacen en los Estados Unidos nacen con una pérdida de audición que se puede detectar en uno o ambos oídos.

Otros pierden la audición más adelante en la niñez. A menudo, los niños que tienen una pérdida de audición no adquieren el habla y el lenguaje tan bien como los niños que pueden oír.

Por esto, es importante detectar la sordera o la pérdida de audición lo más pronto posible y esto se lo hace con equipos de alta tecnología y la valoración del médico.

 En Ecuador, abrimos hace más de 30 años el Instituto de Otorrinolaringología y tenemos equipos de última generación para pruebas de audición sin electrodos adhesivos, para examinar bebés prematuros, recién nacidos y de hasta los 15 meses de edad.

Esta tecnología es la preferida a nivel mundial y la más utilizada en los programas de detección precoz en recién nacidos: es muy sencilla, rápida e indolora para el recién nacido.

 En pocos segundos se obtiene el resultado.

• Si el resultado es normal y el bebé pasa la prueba es poco probable que tenga un déficit auditivo, pues la técnica es muy fiable. En cualquier caso, es importante continuar vigilando la audición del lactante durante los primeros meses.

• Cuando el recién nacido no pasa la prueba es importante repetirla al mes de vida.

• En ocasiones, hay condiciones transitorias en el niño que dificultan la realización de la prueba, que repetida unas semanas después tiene un resultado normal.

Sea cual fuere el resultado, debe saber que contamos con la tecnología y conocimientos para lograr un tratamiento para cada caso y brindar una nueva oportunidad de disfrutar la vida.

Consúltenos. Siempre hay tratamientos médicos que abren una nueva oportunidad de vida.